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Cuartos de baño: recomendaciones y consejos para reformas | PARTE 1 |

accesorios de baño

Organizar y tener localizados los productos y utensilios que utilizamos con mayor asiduidad es la función de los accesorios de baño. Toalleros, dispensadores de jabón, repisas y portarrollos al servicio del orden y de la decoración.

Los cepillos de dientes, toallas, jabón o las toallitas limpiadoras son cosas que usamos habitualmente y que nunca debemos guardar en un cajón o compartimento de difícil acceso. La solución es disponer de accesorios adecuados que, además de cumplir esta práctica función se conviertan ellos mismos en parte de la decoración de la estancia. Para ello, contamos con modelos que coordinan perfectamente con cualquier mueble o sanitario, en cuanto a estilo y materiales.

Ahorrar espacio

En los aseos y cuartos de baño de pequeñas dimensiones, es preferible usar siempre accesorios fijados a la pared, que no ocupan lugar en la planta. Los toalleros incorporados en los muebles o los radiadores calienta-toallas en la zona de baño y ducha permiten ganar espacio, así como las piezas que cumplen más de una función (portarrollos y escobilla, espejo con repisa o cajoncitos, carritos auxiliares con barras para colgar diferentes elementos…) El objetivo es no colapsar el espacio, ni renunciar a los servicios básicos de estos aliados habituales.

Espejos a la carta

El tipo de marco determinará el estilo de esta pieza, mientras que los diseños lisos y de gran tamaño ayudan a ampliar ópticamente el espacio. Algunos incorporan radio, reproductores de música, retroiluminación por LED o estantes para apoyar pequeños objetos de uso diario. Cuando necesitamos mayor capacidad de almacenamiento, conviene sustituirlo por un armario mural de escasa profundidad y puertas de espejo que, a veces, incluyen la iluminación.

Accesorios de baño sin taladros

En los cuartos de baño alicatados hacer agujeros sobre el azulejo es complicado y crear marcas permanentes sobre su pulida superficie, que pueden quedar a la vista cuando decidamos renovar los antiguos accesorios. Para evitarlo podemos optar por piezas de tocador de sobremesa, que simplemente se colocan sobre la encimera, sin fijación de ningún tipo para trasladarlos según nuestra conveniencia. Los toalleros de pie o los que van incorporados a la estructura de muebles y sanitarios resultan el complemento perfecto.

Otra opción es recurrir a colecciones diseñadas para fijarse con ventosas o adhesivos muy potentes en la pared. Existen incluso barras de ducha que apuestan por este sistema y ofrecen una resistencia adecuada siempre y cuando se adhieran sobre una superficie no rugosa.

Por último, los accesorios con base magnética añaden una nueva e ingeniosa alternativa a las posibilidades anteriores. Se ponen y se quitan, se apilan o varían con un simple gesto y permiten un alto índice de personalización y adaptación a las necesidades de cada momento y persona.

Mobiliario: espacios bien organizados

Los baños contemporáneos potencian aspectos tales como la comodidad y la funcionalidad, sin descuidar la estética. Los nuevos diseños de mobiliario cuentan además con una gran capacidad de almacenamiento. 

Con el paso del tiempo, los cuartos de baño han visto ampliadas sus competencias, ya que además de la funciones básicas para las que han sido creados, deben asumir nuevos retos. Lo que se busca en la actualidad es crear ambientes con zonas delimitadas que respondan a unos usos concretos y que se rijan por sus propias reglas. En este sentido, resulta crucial el mobiliario, ya que su correcta elección permitirá ganar espacio de almacenaje y mantener todo ordenado y a mano.

Ordenar y ocultar

El diseño contemporáneo, en lo que al cuarto de baño se refiere, apuesta por una higiene visual, que busca la linealidad y evita interrupciones. Son muchos los elementos y pequeños objetos que se emplean en cada estancia y cuanto menos se dejen a la vista, más equilibrado y relajante se verá el ambiente. Para ello, el mercado ofrece modelos de todo tipo, con medidas diversas, así como composiciones modulares y piezas realizadas a medida.

En el mantenimiento del orden, resulta fundamental la compartimentación interior de los armarios y de sus cajones. La industria ofrece organizadores de cajón que resultan particularmente prácticos.

Tipo de mobiliario

En cuanto al tipo y disposición del mobiliario, son tres las opciones más habituales:

  • Muebles con patas: son aquellos que se apoyan en el suelo mediante patas, es decir, que dejan espacio libre, aunque menos del que liberan los suspendidos.
  • Con zócalo: son también de suelo, aunque el zócalo evita que se acumule suciedad. Este elemento remata el mueble y garantiza un mejor acabado.
  • Suspendidos: están anclados en la pared, Despejan visualmente el espacio y facilitan la limpieza bajo el mueble.

Se elaboran también modelos especiales, pensados para baños de pequeñas dimensiones, como los muebles de fondo reducido (por debajo de los 40cm) y piezas esquineras que evitan la existencia de rincones desaprovechados. Si se dispone de un lavabo con pedestal y se desea colocar un mueble con que aumentar el almacenamiento, existen muebles concretos destinados a este fin. Para colocarlos, no es necesario sustituir los lavabos para realizar ningún tipo de instalación. Como última solución siempre puede recurrirse a encargar mobiliario hecho a medida. 

Cajones y puertas

Los cajones y las puertas pueden presentarse con cierres amortiguados, que favorecen la durabilidad del mueble ya que, además de resultar silenciosos, evitan los golpes bruscos. Algunos cajones pueden ser totalmente extraídos, con lo que dejan todo su contenido a la vista y a mano. Cabe destacar el sistema de apertura “push” que prescinde de los tiradores o pomos y permite abrir fácilmente el cajón o la puerta del mueble con tan solo un ligero toque en la parte frontal del mismo.

Materiales y su mantenimiento

Antes de escoger el mobiliario del cuarto de baño, hay que tener en cuenta el efecto final que se desea conseguir, el mantenimiento exigido u la durabilidad de las piezas.

  • Madera maciza: asegura una alta resistencia a los golpes, aunque es vulnerable a la humedad. Aporta calidez. Para limpiar las superficies de madera maciza basta emplear un paño o una esponja humedecida en agua tibia y secar con una gamuza limpia en el sentido de las vetas de la madera.
  • Lacados: son muebles cubiertos por laca, un barniz duro y brillante. Se limpian con una bayeta de celulosa humedecida con agua y jabón neutro. Después habrá que secar los muebles de arriba a abajo, y de derecha a izquierda.
  • Melanina y MDF (aglomerado): son resistentes a los impactos y la abrasión. Algunos modelos presentan cubrimientos impermeabilizados. Pueden limpiarse con gamuzas de celulosa, humedecidas con agua y jabón neutro. Después habrá que secar los muebles de arriba a abajo, y de derecha a izquierda.
  • Cerámica: son resistentes al rayado y a los productos químicos.
  • Cristal templado: alta resistencia al calor y a la humedad. Son fáciles de limpiar y mantener.
  • Resina acrílica: es un material muy resistente a los golpes y arañazos, y muy fácil de limpiar.
  • Piedra: 100% natural, es resistente a los golpes y al calor. Se limpia con jabón neutro y con productos no abrasivos.

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